El reflejo

Reto de escritura.
Premisa 3: tu protagonista se mira en el espejo y ve algo que no debería estar ahí.

Esa mañana me levanté como cada día, después del desayuno y de la ducha me vestí y fui a maquillarme en el espejo. Y entonces la vi, mi primera cana. Y mi primera arruga y ahí, sí, ahí había una macha que antes no estaba. No cabía duda, me estaba haciendo vieja...

Seguí buscando síntomas de envejecimiento y vi unos ojos cansados que me devolvía preocupados la mirada. Las ojeras eran evidentes y mi manos ya no eran las mismas. Mi cuerpo había cambiado y sin darme cuenta, el tiempo jugaba en mi contra.

Y entonces pensé que cuanto más buscaba, más encontraba. Vi como, pasaban los años sobre mi. Contemple horrorizada como me iba arrugando como una pasa, como se me caían los dientes y me quedaba ciega.

Mi cuerpo se encogía y la gravedad hacia estragos en mi figura. Mi pelo cano se hacia cada vez más escaso y un bastón me servia de apoyo. Vi la decadencia de la vejez humana y el peso de los años y las experiencias vividas. El ceño fruncido debido a las preocupaciones y al dolor de las cosas malas de la vida.

Y sin embargo no me preocupe. De hecho, me pinte los labios de rojo pasión, me calcé mis mejores tacones y me puse me perfume favorito. Porque esa visión, aunque escalofriante y realista, me dejaba entrever un poco de mi futuro, y en él, estabas tu.

Estabas a mi lado, en nuestra boda, en el parto de nuestros hijos, en las noche en vela y en los momentos mas felices. Estabas en cada paso que daba hacia esa mujer arruada y seca, pero con una gran vida, llena de amor y aventuras y que al final del camino, moría con una sonrisa, tomada de tu mano.

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